En los primeros meses el bebé descubre el mundo mayoritariamente a través de su boca, el mamar el pezón de su mamá y succionar la tibia leche que sacia su hambre es uno de los mayores placeres que tiene un bebé pequeño, pero también el reflejo de succión ayuda al bebé a calmar su angustia cuando tiene algún dolor, sueño, susto o cualquier mal estar…ya en el útero materno muchos bebés aparecen en ecografías chupándose uno de sus deditos. Al salir al mundo el bebé se enfrenta a una cantidad enorme de situaciones nuevas, tiene que adaptarse a la vida extra uterina, a un nuevo mundo que no deja de tener situaciones estresantes para él…frente al llanto del bebé, muchas mamás optan por ponerlos rápidamente al pecho o darles un chupete para que no llore más.
Es cierto que el llanto de un bebé puede ser muy angustiante o poco tolerable para la madre y para quienes viven en la casa, pero quisiera detenerme un poco acá para reflexionar sobre aspectos que también son importantes para el desarrollo del bebé. Estoy de acuerdo que no es bueno que un bebé con angustia llore de manera muy prolongada, y tenemos que evitarlo ya que es importante que sienta que hay adultos cerca que lo aman y lo protegen, pero también los bebés necesitan expresar su mal estar, sin que a los dos minutos de estar llorando de inmediato le pongamos un tapón (es como decirle a una persona molesta o triste que está hablándonos, cállate, no te quiero escuchar…) Todas las acciones y actitudes emocionales que tengamos con un bebé las captará y las irá incorporando a su sistema de emociones, las que más adelante serán constitutivas de su psiquismo y de su manera de enfrentar el mundo, entonces, si no está acostumbrado a expresar su malestar sin que de inmediato le pongan algo en la boca, más adelante, cuando adulto, tal vez use el recurso de ahogar su angustia con cigarro o comida por ejemplo, en vez de expresar lo que le pasa, reconocer su emoción y así poder canalizarla de manera sana.
Hay alternativas frente al chupete, que no sea ponerle el pecho a cada rato, ya que no todas las veces que llora un bebé es por hambre…Usar un pañal de tela “tuto” cada vez que amamanta será una muy buena opción, así ese pañal que siempre está asociado al amamantamiento, al placer de estar satisfecho física y emocionalmente quedará ligada a ese pañalito que lo puede acompañar para dormir en su cuna y un momento en brazos cuando lo hagan dormir, puede quedar cerca de su boca o mano para que lo chupe y se vaya calmando si tiene sueño o angustia.
También es muy importante decir que a partir del tercer mes de vida aproximadamente, los bebés comienzan a mirar sus manitos, juntar una con la otra y llevárselas a la boca. Esta coordinación es fundamental para generar mayores conexiones neuronales y además es muy importante para ir estableciendo la noción de eje corporal en el centro del cuerpo. Si un bebé usa chupete se le dificulta mucho hacer la coordinación ojo-mano-boca y más adelante intentar tomar objetos para explorarlos, probarlos…es como llevarse el mundo a la boca para conocerlo, saborearlo y ¡disfrutarlos! Si tiene el chupete adosado a la boca, el bebé tiende a adormecerse y ser menos explorador cuando está en situación de juego durante el día.Y por último, también me parece importante decir que si acostumbramos al bebé a usar chupete, luego, más grandecito tendremos el problema que habrá que hacerlo desaparecer por diversas razones válidas que les darán cada uno de estos profesionales como los dentistas, profesoras y pediatras, ellos les dirán que ya no es bueno que use chupete…el problema es que el niño se acostumbró a él ya que se ha transformado en un objeto muy importante investido afectivamente, como es todo objeto transicional tal como un osito, tuto de pañal, almohada especial, etc. Que son preferibles al chupete y que cumplen una función afectiva y de reaseguramiento importante para los niños hasta que ellos solos los dejan. Entonces por muchos rituales, amenazas o cualquier método que usemos para que deje el chupete, es muy injusto quitárselo cuando se ha convertido en su objeto transicional y no está listo para dejarlo!!!
Más adelante continuaré este pequeño artículo con la importancia de poner al bebé a partir de los tres meses de espaldas en una manta sobre un lugar adecuado en el piso limpio, con objetos muy simples a su alrededor para que los pueda ir alcanzando por sus propias fuerzas y con sus propias manos.